Planificar un proyecto es diseñar acciones orientadas a la consecución de determinados propósitos, procurando utilizar racionalmente los recursos disponibles. Gestionar un proyecto es administrarlo optimizando la relación recursos y resultados, mediante el uso de herramientas específicas en el seguimiento de cada etapa. Esta guía surge de la necesidad, cada vez más urgente, que poseen los agentes involucrados en los proyectos de incrementar la eficacia y la eficiencia en el gerenciamiento de los proyectos. Ante esta situación surge la duda de si esta falta de eficiencia y eficacia está relacionada con la forma en que se gestionan los proyectos.

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